Todos vamos a morir, es un hecho, pero nuestra superficial y complicada vida cotidiana nos aleja del triste hecho de que somos mortales y que probablemente mañana mismo podríamos ser un cadáver. Levantarnos temprano e ir al trabajo, la prisa de las camionetas, las bromas estúpidas de la gente que nos rodea, el estudio, la familia, la pareja, la televisión, la internet... todo eso nos impide pensar en hacia dónde vamos y dónde nos encontramos hoy.
¿Cuál es el sentido de la vida? En mi humilde opinión, la Humanidad se encuentra en este mundo para mejorarse a sí misma y alcanzar un grado de desarrollo que le permita comprender el Universo y, quizá, su verdadero origen y función. Entonces nuestro granito de arena como seres humanos es contribuir de alguna manera al avance de nuestra especie. Pero lo trágico acá es que la expresión "granito de arena" es terriblemente literal. Nuestra contribución e importancia en la historia de la Humanidad es tan ínfima que seguramente pasará desapercibida o simplemente será NULA.
Mucha gente se ha dado cuenta de eso, y por esa razón decidieron vivir para sí mismos en lugar de para la Humanidad. ¿Qué más da si soy mezquino, deshonesto, hedonista, traicionero, holgazán? La Historia no me condenará, pues ni siquiera notará mi presencia, y si daño a alguien más, daño a alguien que vale exactamente lo mismo que yo: NADA. La conciencia de nuestra propia mortalidad e intrascendencia nos ha vuelto egoístas, obligándonos (quizá) sin que nos demos cuenta a crear cada vez más medios para intentar ignorar estos hechos. ES HORA DE DESPERTAR Y ENFRENTAR NUESTRA DESGRACIA... PARA DARLE SOLUCIÓN. Cada vez que hagamos algo, pensemos en que tiene un sentido para nosotros mismos y el resto de la Humanidad. Si no, estaremos perdidos y condenados por algunos siglos más.