Contacta al Abuelo



Para contactar directamente con el Abuelo, puedes enviar un correo a Vantum@Gmail.com

11 de abril de 2009

De Noche Para Siempre (IV)

Como dije, de pequeño siempre fui solitario. No tuve hermanos ni hermanas, mi tío siempre estaba fuera, estudiando, trabajando, con sus amigos, qué sé yo. Mi mamá trabajaba cuidando a los nietos del ingeniero, mi abuelita también trabajaba siempre. Yo me la pasaba a solas en mi cuarto, conmigo mismo, con la televisión, los libros de mi tío y mi imaginación. Creo que así fue como aprendí a estar siempre solo, a no necesitar realmente la compañía, a que podía ser yo mismo solamente cuando no había nadie más, a crear mis propios gustos y modos. Mi familia siempre estaba ocupada, y en muchas ocasiones, cuando les buscaba, resultaba que yo era no más que una especie de estorbo, interrupción, algo que estaba quizá de más.

Ya he mencionado varias veces que soy psicólogo, y tengo razones para creer que fui abusado. No puedo decir cómo ni por quién ni siquiera, pero sé lo que siento y lo que conozco como psicólogo, y esas cosas me hacen dudar. A pesar de ser un niño solitario, fui bastante normal hasta más o menos los seis años. Recuerdo que me gustaba jugar fútbol, que tenía amigos y amigas, que no tenía problemas con el sexo opuesto, que me gustaba hablar y cosas así. Pero a partir de los seis años más o menos, cambié. Comencé a retraerme, no me gustaron más las mismas cosas, y tuve un par de incidentes en que me oriné sobre la ropa en la escuela. Pudo ser un problema en una fase del desarrollo psicosexual según Freud, pero quién me lo podría decir. Tengo otros recuerdos, más privados, que me hacen sentir muy incómodo a veces.

En fin, a partir de eso ya no fui el mismo, y me retraje, me aislé. Y quizá también fue en esa época en la que mi inteligencia (o inteligencia aparente) se convirtió en lo que me distinguía, y la gente dejó de conocerme por otra cosa que no fuera que era "muy inteligente". Lástima.

No hay comentarios: