Cuando hablo de problemas imaginarios hablo de los que no existen en la realidad objetiva, sino que más bien son creados y proyectados por la imaginación de personas un poco menos que sanas.
El problema del trabajo. Yo hablo de mis observaciones y de mis experiencias, no puedo generalizar. Sin embargo, creo que el principal problema imaginario respecto al trabajo es que existen personas creyendo que no deben trabajar. Piensan que al mundo venimos a divertirnos y descansar. Es cierto, necesitamos divertirnos y descansar, pero lo principal es el trabajo. Alguien dijo que nuestro trabajo nos define como personas, y es totalmente cierto. Las personas no suelen definirse como "soy un mirador de televisión", "soy un sentador en el sofá", sino más bien usamos "soy un doctor", "un ingeniero", "un cantante". Nuestro trabajo nos da nuestra identidad. Entonces, encontrar un trabajo que nos ayude a declarar una identidad, ése es un verdadero problema.
Sin embargo, para las personas el problema es tener que conseguir un trabajo y no poder descansar eternamente desde el nacimiento hasta la muerte. La gente opina que el trabajo es una carga que se debe evitar. Al menos la gente que fracasa profesionalmente, precisamente por pensar de ese modo. Este tipo de personas se conforman con cualquier empleo, son las que hacen siempre el mínimo esfuerzo, cumplen en lo menos posible y luego se queja de que no les aumentan el sueldo o los ascienden. Son quienes no entienden por qué los han despedido. Es cierto que no todos podemos trabajar siempre en aquello que nos gusta, pero eso no significa que no podamos hacerlo eventualmente. Trabajar en un restaurante de comida rápida mientras se estudia una carrera de auditoría es lícito. Se hace un sacrificio, cosa bastante ajena a esas mismas personas que no quieren trabajar. Luego se disfrutará de la recompensa.
La frase de "salir a buscar trabajo desando no encontrarlo" se toma como gracia, y hasta es una especie de orgull hablar de cómo nos escapamos de las responsabilidades y engañamos al jefe para hacerlo pensar que trabajamos más de lo que lo hacemos en realidad. Pero, repito, son esas personas que fracasan, que no avanzarán nunca en lo que hacen, que serán las primeras en ser despedidos y se verán condenadas a comenzar de nuevo desde cero en el próximo empleo. El trabajo siempre será una carga porque siempre se verá de ese modo. Una molestia que no viene de otro lado más que su propia mente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario