La Vida es Sueño

Presto el título de Calderón de la Barca para mi entrada de hoy. Para quienes no lo saben todavía, estoy en silla de ruedas. Llevo menos de un año desde que se me complicó un problema de salud, y perdí mi capacidad para caminar. Debe ser relativamente poco tiempo, y por eso aún pierdo la paciencia en ocasiones y no termino de adaptarme tanto física como psicológicamente a mis nuevas limitaciones. A veces pareciera que todo es un sueño.

Cuando uno está tan enfermo como yo, y tiene que pasar incluso tiempo hospitalizado y cosas así, tiene mucho tiempo para pensar. Y se piensan muchas cosas. Yo, por ejemplo, suelo recordar la época en que caminaba, corría, subía gradas, cargaba a mis hijas y hasta a mi esposa, bailaba, aprendía Tai Chi, dormía en la posición que más me acomodara... y muchas veces parece que todo eso hubiera sido un sueño. Mi realidad es muy distinta ahora, y los sueños son eso: situaciones distintas a la realidad que pareciera que sólo existen en la mente. De alguna manera entiendo que no importa si lo hice antes (aunque ¡claro que importa!), el hecho es que no puedo hacerlo ahora, mi realidad cotidiana es la de la silla de ruedas, y todo lo demás no son más que recuerdos.

Pero, en otras ocasiones me ocurre, digamos, lo contrario. Cuando me doy cuenta de mi realidad actual, cuando pienso en todo aquello que siempre hice y me gustó tanto hacer, pareciera que lo que estoy viviendo actualmente sólo es un sueño. Que algún día despertaré y mis piernas tendrán de nuevo la fuerza y la flexibilidad necesarias para poder hacer lo que siempre he hecho. Sobre todo, cuando considero lo que los doctores y otras personas me han dicho respecto a mi posible curación, sigo esperando el día en que este sueño termine y la vida continúe donde se quedó.

La vida es sueño, la realidad es un sueño. Y como dijo alguien, toda realidad es virtual.