Contacta al Abuelo



Para contactar directamente con el Abuelo, puedes enviar un correo a Vantum@Gmail.com

18 de mayo de 2010

Discriminación Al Revés

El otro día veía una película en televisión que trataba acerca de la discriminación al revés. No la vi completa ni es el punto, sino tratar el asunto de que es real tal discriminación. En la película, un joven negro hacía varias cosas por la presión que sentía por el trato tan bueno y preferencial del que era objeto. Sabía que en realidad las personas querían discriminarlo, pero en lugar de eso casi lo trataban como si fuera mejor. Pero el punto era, precisamente, que lo trataban distinto; lo hacían sentir siempre diferente. Yo, como discapacitado, puedo entenderlo.



No soy tonto, sé que a alguien en silla de ruedas como yo no se le puede tratar igual. No voy a pretender que alguien me deje atrás y espere que suba por mis propios medios si nos encontramos con una gradas en un edificio o centro comercial. Pero a veces las personas te hacen sentir verdaderamente incómodo con la forma en que te tratan. Pareciera que creen que por no poder caminar tampoco puedes hacer nada con los brazos, o que eres retrasado mental. Es como si creyeran que no puedes comer solo, encender una luz, quitar una silla del camino... Entonces te tratan demasiado bien, y te hacen sentir inútil.


Muchos de nosotros que estamos discapacitados tratamos de demostrarnos a nosotros mismos y a los demás que todavía podemos hacer muchas cosas. Nos hace sentir bien saber que todavía podemos, que después de todo conservamos parte de nuestra independencia. No nos gusta que nos ayuden cuando sabemos o al menos creemos que podemos hacer las cosas por nuestra cuenta. Pedimos ayuda cuando la necesitamos, pero sólo en ese caso.


Sin embargo, existen muchas personas que no ayudan "demasiado", que parecen creer que somos unos seres desvalidos que no podemos ni siquiera limpiarnos la nariz. Que somos como bebés que ni siquiera sabemos hablar y expresar con palabras nuestras necesidades. Y esas personas nos hacen sentir cada vez peor y peor. Nos discriminan, y no porque nos traten mal, sino porque nos hacen sentir "diferentes". Porque con cada acto suyo, aunque lleve buenas intenciones, nos hacen recordar constantemente que somos distintos, que no somos como los demás. Es una discriminación tan dolorosa...


No hay comentarios: