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28 de septiembre de 2010

No Necesariamente

Yo no soy antropólogo, ni sociólogo, ni historiador ni etnólogo, sólo soy un psicólogo dando su opinión. El otro día se me ocurrió, viendo no sé qué cosa en la televisión, que bien podríamos estar equivocados al interpretar la religión de los mayas. Es vergonzoso, pues es una idea ridícula, aunque las ideas ridículas han sido la base de muchos grandes descubrimientos. Se me ocurrió que los mayas en su gran inteligencia bien podrían haber tenido la noción de que existiera un solo Dios. Que quizá los escritos respecto a los dioses de la naturaleza, la luna, el sol, y demás, fuesen precisamente sólo escritos, interpretaciones literarias de la realidad.


¿Acaso sería posible que los mayas no creyeran que la luna era un dios? Quizá sólo comprendían su poder, su importancia, su influencia sobre la tierra y la naturaleza, pero que no llegara a la clasificación de "dios". Yo puedo comprender su importancia, apreciar su belleza y su valor para nuestra vida, y quizá sería capaz de escribirle un poema esforzándome por hacerlo hermoso, tratando de resaltar sus cualidades. Pero, si me preguntaran si es un dios, una diosa desde el concepto religioso de dios, con sus características antropomórficas y sus poderes sobrenaturales, solamente podría dibujar una sonrisa irónica en mi rostro y decir "no".


¿Pudo haber sido así para los mayas? Es decir, que estuvieran conscientes de que simplemente las fuerzas de la naturaleza fueran sólo eso y no dioses, que los escritos no fueran más que interpretaciones artísticas y creaciones literarias de la naturaleza, que los llamados ritos fuesen más parecidos a una obra de teatro que a una misa. De cualquier forma, ¿dónde termina la religión en sí y comienzan las interpretaciones, los símbolos, y qué tan conscientes están en realidad los humanos de la verdadera frontera entre el dogma y la cotidianidad? Mucha tela qué cortar, y un problema seguramente universal y actual. ¿Hasta qué punto la fe verdadera es verdadera?




21 de septiembre de 2010

Licencia Para Perros

En un programa de televisión, una persona expresó que creía que deberían de existir licencias para permitirles a las personas poseer perros, mascotas en general. Debería de aplicarse una prueba a las personas que desearan tener una mascota para determinar si en efecto tienen los conocimientos suficientes y adecuados para cuidar de otro ser. ¿Qué tan difícil puede ser cuidar de un perro o un gato, las mascotas más comunes? ¿Acaso no es cosa de sentido común? Alimento, cariño, higiene, un techo... ¿Es demasiado complicado?


Aparentemente, sí es bastante difícil. Las denuncias de maltrato a los animales, las cantidades de animales callejeros, este tipo de cosas indican que sí, es difícil para las personas encontrar la lógica que les ayude a cuidar de una mascota adecuadamente. La gente pareciera ignorar las cosas más básicas en el cuidado de otro ser vivo. Parecieran ignorar sus necesidades, ya sea por ignorancia en sí o por hacer caso omiso de ellas a propósito. Se debe educar a las personas para cuidar de sus mascotas, se les debe enseñar y, por supuesto, evaluar. Yo estoy totalmente de acuerdo en que deba de establecerse una licencia para poseer mascotas. Existen licencias para poseer armas, ¿acaso no es más delicada la posesión de un ser vivo? Con un arma se puede dañar a otros, pero al no saber cuidar de una mascota se le está haciendo daño directamente.


Creo haber mencionado antes que también deberían de existir alguna especie de licencias de paternidad. Se menciona quizá en forma divertida que los hijos no vienen con un manual sobre cómo criarlos. Cierto, pero tampoco es tan divertido ese hecho. Millones de personas toman pésimas decisiones en su vida, se vuelven adictos, criminales, pandilleros, estafadores, suicidas, personas frustradas, vagos, y tantos problemas que pudieron ser evitados con una educación en valores adecuada, si acaso los niños vinieran "con un manual". En algún momento debemos llegar al acuerdo de que debemos aprender a hacer las cosas que parecen más elementales, y que ese aprendizaje debe ser formal y regulado, para mejorar como Humanidad. Claro, es demasiada tela qué cortar, pero que un trabajo sea difícil no justifica abandonarlo.


16 de septiembre de 2010

Científicamente Inexacto

Hace unos días leí en un periódico un artículo acerca de las series de televisión médicas. Series como Dr. House y Grey's Anatomy, además de basarse en el drama de la vida de sus personajes, también se basan en el conocimiento médico y tratamiento de distintas enfermedades y emergencias. Sin embargo, tal conocimiento no es completo o exacto, de modo que lo que se muestra en sus programas no es del todo correcto. Esto conlleva a que personas comunes y corrientes que suelen verlos, tomen una idea equivocada de la medicina y a veces lleven a cabo prácticas erróneas. Esto, por supuesto, es culpa de los escritores de dichos programas porque... ¿por qué?


No puede ser culpa de los escritores que existan personas tan ingenuas (para utilizar una palabra amable) que creen que lo que están viendo es una verdad incuestionable y practicable. Cualquier persona con dos dedos de frente sabe que lo que ve es algo irreal, ficticio, y que por principio es falso. Claro está, los televidentes cada vez más necesitamos ser engañados eficientemente, no nos "tragamos" una historia tan fácilmente. Sean cuestiones forenses, científicas o pseudocientíficas, médicas, tecnológicas, etcétera, necesitamos que estén basados en al menos algunos datos reales para que la fantasía de que eso pueda existir sea más completa. Pero no debemos de olvidar que en esencia todo eso es fantasía.


No se le podría echar la culpa a los escritores de estos programas de que un incauto quiera practicar lo que vio en ellos como ciencia real. Si las generaciones que se criaron con la televisión como niñera no saben distinguir entre la realidad y la fantasía, es culpa de sus padres y nada más que de ellos. No es culpa de un escritor que trata de crear una excelente serie televisiva para ser bueno en su profesión, que un joven crea que los eventos presentados sean reales. La culpa es de los padres que no le enseñaron a diferencias la realidad de la fantasía.


Y vivimos en un mundo donde las personas suelen ser tan ilógicas, que se han logrado colocar letreros en los programas donde ya se anuncian que tal o cual cosa es ficción, que "no deben intentarse esas cosas en casa" y cuestiones por el estilo, porque al parecer el SENTIDO COMÚN no es suficiente como para que las personas no intenten meterse un clavo a la nariz, o saltar en bicicleta de un edificio a otro, prenderle fuego a su cabeza o cuestiones por el estilo. En mi opinión, cualquier persona que murió porque intentó volar como lo vio en la televisión, merecía morir por estúpido de todos modos. Aún si fuera un niño, porque para eso deben estar los padres explicándole la diferencia entre lo ficticio y lo real. Pero seguimos queriendo que los demás se hagan responsables de las cosas que nos corresponden a nosotros.


10 de septiembre de 2010

De Noche Para Siempre (CIV)

Era el primer día de clases en ese 2,004. En el aula más pequeña se encontraba el grupo de alumnos casi más pequeño. Allí se encontraba E. Me gustó desde la primera vez que la vi, ese día llevaba puesto un pañuelo de colores en la cabeza. Yo le hice el comentario de que no le tenía miedo al color. El uniforme del colegio era en azul oscuro y gris, y su pañuelo sobresalía mucho. Supongo que fue eso lo que provocó que ella usara esa pañuelo, quería llamar la atención.  


Cada vez que me encuentro con alguien que de verdad me gusta no puedo evitar hacer muchas bromas. Cuando la vi, antes de ser consciente de lo bonita que me parecía y lo mucho que me gustaba su sonrisa y el sonido de su risa, ya estaba haciendo muchas bromas. De hecho, cuando me di cuenta de que me gustaba, comencé a controlarme un poco y a ponerles más atención a los demás alumnos. Nadie se daba cuenta porque nadie conocía mi forma de reaccionar, la razón de tanta broma. Es más, hasta hice mofa de su nombre, que es poco común. Creo que nada indicó que ella me gustara.



Y sin embargo, yo le comencé a caer bien. A la hora del receso en los siguientes días, nos encontramos algunas veces y hablamos. Me contaba algunas de sus cosas, comenzaba a confiar en mí. Yo me sentaba a su lado a hablar con ella y la miraba con esa mirada perdida de niño con hambre que no se puede evitar cuando se ve a alguien que realmente te gusta. Me preguntaba qué tanto se me notaba, y a la vez bromeaba con ella y sus amigos y trataba de no pasar todo mi tiempo libre con ella, aunque era lo que más deseaba. Y peor (mejor en realidad), ella parecía desear lo mismo. Alguien podría decir que era algo inevitable.



8 de septiembre de 2010

Ejercicio, Disciplina y Afecto

No estoy seguro de que esto sea exactamente una lección de Psicología, pero solamente lo dudo porque no sé qué tan "universal" será este conocimiento, que es más parecido a una opinión. En el programa El Encantador de Perros, él dice que los perros necesitan ejercicio, disciplina y afecto. Yo creo que es muy cierto, y que los niños necesitan lo mismo. Claro, no los vamos a sacar a pasear con correa, pero el concepto es el mismo. Ejercicio, disciplina y afecto como seres humanos, y en ese orden.


Quizá podamos obviar un poco el ejercicio, o incluso colocarlo en algún otro lado, pero creo firmemente en que la disciplina va antes del afecto. Les estamos enseñando a nuestros hijos a ser los mejores adultos que se pueda, y eso no significa que deban ser los adultos más felices que se pueda. Y aquí es donde comienzan a malinterpretarme. Tampoco estoy diciendo que deban ser adultos infelices. Me refiero a que deben ser adultos que no busquen la felicidad en primer lugar, que casi siempre se confunde con el placer. Lo que han producido tantos psicólogos equivocados son adultos hedonistas, irresponsables, excéntricos. Todo por decirle a los padres que "dejen que sus hijos hagan todo lo que quieran, no los repriman". Y cosas por el estilo. Educar con amor no significa dejar de disciplinar ni aceptarles todos sus caprichos.


Dejamos que el amor se alimente con culpa, y creemos que la disciplina provocará odio hacia nosotros. Años después nuestros hijos nos culpan de que les arruinamos la vida, y muchos tienen razón. La disciplina es primero, y así el niño aprende que la felicidad no está en el placer, sino en un trabajo bien hecho, en la responsabilidad cumplida, en la ayuda a otros, en buscar ser mejor... Un caramelo es rico, pero el placer no convierte a un trabajador en dueño de la empresa, ni a un deportista en el mejor del mundo. Y, aunque a muchos no les guste, la mejor época para aprender a ser disciplinado es la niñez, cuando se aprenden la mayoría de cosas significativas que sirven para vivir. El conocimiento académico viene después. No se le arruina la niñez a una persona con ser disciplinado, se le mejora el resto de su vida. El autoritarismo (que ha de ser en lo que piensan muchos cuando digo disciplina) es un error, la disciplina es una buena decisión.


¿Qué es realmente y cómo se debe aplicar la disciplina a los hijos? Estoy pensando escribir algún día un libro acerca de eso. Y para quienes se lo preguntan, sí soy padre y sí me he equivocado a veces con ellas. Pero he aprendido también.


6 de septiembre de 2010

Alicia Regresa

Hace poco vi Alice in Wonderland, en la versión de Tim Burton, y me pareció excelente. Alicia regresa al país de las maravillas trece (?) años después. Durante mucho tiempo cree que todo es un sueño, pues siempre ha creído que la primer visita que realizó a esa tierra también fue un sueño. Toda la película está llena de significados y metáforas respecto a la vida interna de Alicia y sus dilemas presentes en la vida real. En una escena la Reina Blanca le dice algo como "no puedes vivir tu vida complaciendo a otros, pues cuando te tengas que enfrentar a ese monstruo lo harás tú sola". Las decisiones más importantes que toma en la película son comenzar a controlar su propio destino en lugar de dejarse llevar por lo que dicen los demás que "debe" ser, y convertirse en el caballero de la Reina Blanca.


Sin embargo, admito que sólo sé que todo lo que veo significa algo, pero me hace falta mucho análisis para comprender totalmente la película. Por ejemplo, me inquieta muchísimo el tamaño de Alicia. Desde que entra al País de las Maravillas, se la pasa tomando la bebida y comiendo la comida para cambiar de tamaño. Constantemente se hace más grande y más pequeña. Y casi hasta el final toma su tamaño "normal". Siempre es un poco más grande o más pequeña que los demás o de lo que debería ser, y esto hace que la ropa tampoco le quede como debería. Corre muchas veces el riesgo de quedar desnuda, lo cual estoy seguro de que significa algo también De hecho, en la película los personajes son de variados tamaños, con rasgos agrandados desproporcionadamente donde la Reina Roja, pero "normales" por así decirlo donde la Reina Blanca. Otro signo a considerar.


En otra escena el Sombrerero le dice precisamente algo como "¿por qué eres siempre o muy alta o muy baja?". Creo que es otro diálogo muy importante. ¿Qué parte de Alicia es el Sombrerero? ¿Qué parte es el conejo? ¿Y el gato, y la oruga? Honestamente me parece una historia muy interesante, digna de hacerle un análisis profesional adecuado.


Espero haberles puesto en qué pensar, y que me ayuden en mi análisis, incluyendo tantas cosas que habré dejado pasar.


3 de septiembre de 2010

Música Retro

Adoro el idioma español. Claro, si fuera inglés adoraría el idioma inglés. Si fuese italiano adoraría el idioma italiano. Porque yo adoro las palabras. Se me hace fascinante cómo es que existen palabras para expresar exactamente lo que estamos pensando, lo que nos sucede, lo que sentimos. Y al mismo tiempo, existen palabras sumamente ambiguas, que puede significar tantas cosas dependiendo del contexto. Cómo existen expresiones de un país que significan algo que no se puede decir con ninguna frase de ningún otro país. Es fascinante.


El otro día pensaba en la palabra "retro" y cómo su significado es tan complicado. Lo más evidente es que hace referencia a algo del pasado, al estilo del pasado. Pero al mismo tiempo es una palabra moderna, que expresa modernidad. Es cierto, lo "retro" hace referencia al pasado, pero lo hace desde el presente, desde lo contemporáneo. No se puede hacer referencia al pasado si no nos encontramos en el presente. Si decimos, por ejemplo, "música retro", obviamente estamos en el presente. Además, la palabra "retro" es una palabra moderna, la cual no necesariamente se utilizaba antes. Fue recién hace poco que se comenzó a utilizar, para hacer una referencia "moderna" al pasado.


Creo que puede decirse que es un oxímoron, por ejemplo, decir "moda retro". La moda en un sentido, es expresamente algo del ahora, lo que en una especie de norma en el presente, en el momento que estamos viviendo y sólo en ese momento. Algo que se aplica a la mayoría de gente hoy pero que ayer o hace algún tiempo no lo estaba. Y sin embargo, algo que hace referencia al pasado, a algo del pasado. Algo viejo, pero nuevo al mismo tiempo. Curioso nuestro idioma, y tan exquisito para poder expresar ideas tan complicadas (si las analizamos) con palabras tan sencillas.


1 de septiembre de 2010

Felices los Tres

Se dio el caso, más de una vez, del hombre que vivía en la misma casa con su esposa y con su cuñada. Con el tiempo (quién sabe si sólo con él) este hombre comienza a albergar sentimientos románticos por su cuñada. Ambos tienen una aventura a espaldas de la esposa, y dicho hombre no sabe qué hacer. ¿Cuál sería la decisión correcta?


Yo soy de la opinión de que ciertamente, la mejor manera de vivir, independientemente de los gustos y las decisiones personales, es no engañar a nadie y no engañarse a sí mismo. Mi opinión es que en este caso lo peor que puede hacerse es vivir una fantasía estúpida a espaldas de la esposa. La excusa de que los sentimientos no se pueden controlar, es tonta a mi parecer. No somos niños que experimentamos las cosas por primera vez, ni adolescentes constantemente confundidos por nuestros propios cambios hormonales. Somos adultos que podemos tener voluntad y carácter para tomar decisiones y mantenerlas. En las canciones, las películas y las telenovelas la razón es débil. Pero quienes vivimos un poco más sentados en la realidad, sabemos tomar decisiones más con la cabeza que con el corazón o los genitales.


Creo que la mejor estrategia es tomar una decisión y mantenerla. Dos felicidades a medias no son mejores que una felicidad completa. E incluso, si los tres se pueden poner de acuerdo y elegir vivir "felices los tres", ¿por qué no? Si los tres están de acuerdo en compartir una vida, creo que podría estar bien. La sociedad podría juzgar y la moral podría estar en contra, pero nada puede derrotar una decisión tomada en consenso. No se engañaría a nadie, no se haría daño a nadie. Aunque fuera "mal visto", sería algo correcto. Vivir sinceramente es vivir feliz. Sin culpa, abiertamente.