Contacta al Abuelo



Para contactar directamente con el Abuelo, puedes enviar un correo a Vantum@Gmail.com

8 de septiembre de 2010

Ejercicio, Disciplina y Afecto

No estoy seguro de que esto sea exactamente una lección de Psicología, pero solamente lo dudo porque no sé qué tan "universal" será este conocimiento, que es más parecido a una opinión. En el programa El Encantador de Perros, él dice que los perros necesitan ejercicio, disciplina y afecto. Yo creo que es muy cierto, y que los niños necesitan lo mismo. Claro, no los vamos a sacar a pasear con correa, pero el concepto es el mismo. Ejercicio, disciplina y afecto como seres humanos, y en ese orden.


Quizá podamos obviar un poco el ejercicio, o incluso colocarlo en algún otro lado, pero creo firmemente en que la disciplina va antes del afecto. Les estamos enseñando a nuestros hijos a ser los mejores adultos que se pueda, y eso no significa que deban ser los adultos más felices que se pueda. Y aquí es donde comienzan a malinterpretarme. Tampoco estoy diciendo que deban ser adultos infelices. Me refiero a que deben ser adultos que no busquen la felicidad en primer lugar, que casi siempre se confunde con el placer. Lo que han producido tantos psicólogos equivocados son adultos hedonistas, irresponsables, excéntricos. Todo por decirle a los padres que "dejen que sus hijos hagan todo lo que quieran, no los repriman". Y cosas por el estilo. Educar con amor no significa dejar de disciplinar ni aceptarles todos sus caprichos.


Dejamos que el amor se alimente con culpa, y creemos que la disciplina provocará odio hacia nosotros. Años después nuestros hijos nos culpan de que les arruinamos la vida, y muchos tienen razón. La disciplina es primero, y así el niño aprende que la felicidad no está en el placer, sino en un trabajo bien hecho, en la responsabilidad cumplida, en la ayuda a otros, en buscar ser mejor... Un caramelo es rico, pero el placer no convierte a un trabajador en dueño de la empresa, ni a un deportista en el mejor del mundo. Y, aunque a muchos no les guste, la mejor época para aprender a ser disciplinado es la niñez, cuando se aprenden la mayoría de cosas significativas que sirven para vivir. El conocimiento académico viene después. No se le arruina la niñez a una persona con ser disciplinado, se le mejora el resto de su vida. El autoritarismo (que ha de ser en lo que piensan muchos cuando digo disciplina) es un error, la disciplina es una buena decisión.


¿Qué es realmente y cómo se debe aplicar la disciplina a los hijos? Estoy pensando escribir algún día un libro acerca de eso. Y para quienes se lo preguntan, sí soy padre y sí me he equivocado a veces con ellas. Pero he aprendido también.


No hay comentarios: