Se dio el caso, más de una vez, del hombre que vivía en la misma casa con su esposa y con su cuñada. Con el tiempo (quién sabe si sólo con él) este hombre comienza a albergar sentimientos románticos por su cuñada. Ambos tienen una aventura a espaldas de la esposa, y dicho hombre no sabe qué hacer. ¿Cuál sería la decisión correcta?
Yo soy de la opinión de que ciertamente, la mejor manera de vivir, independientemente de los gustos y las decisiones personales, es no engañar a nadie y no engañarse a sí mismo. Mi opinión es que en este caso lo peor que puede hacerse es vivir una fantasía estúpida a espaldas de la esposa. La excusa de que los sentimientos no se pueden controlar, es tonta a mi parecer. No somos niños que experimentamos las cosas por primera vez, ni adolescentes constantemente confundidos por nuestros propios cambios hormonales. Somos adultos que podemos tener voluntad y carácter para tomar decisiones y mantenerlas. En las canciones, las películas y las telenovelas la razón es débil. Pero quienes vivimos un poco más sentados en la realidad, sabemos tomar decisiones más con la cabeza que con el corazón o los genitales.
Creo que la mejor estrategia es tomar una decisión y mantenerla. Dos felicidades a medias no son mejores que una felicidad completa. E incluso, si los tres se pueden poner de acuerdo y elegir vivir "felices los tres", ¿por qué no? Si los tres están de acuerdo en compartir una vida, creo que podría estar bien. La sociedad podría juzgar y la moral podría estar en contra, pero nada puede derrotar una decisión tomada en consenso. No se engañaría a nadie, no se haría daño a nadie. Aunque fuera "mal visto", sería algo correcto. Vivir sinceramente es vivir feliz. Sin culpa, abiertamente.
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