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11 de junio de 2009

Vicioso


Hablando de vicios y adicciones, yo nunca he sido un hombre que los tenga. Creo que el tener un vicio implica la pérdida del control. Cuando uno tiene un vicio, es "eso" lo que lo controla a uno. Si es el cigarro, eso como si el cigarro controlara cuándo lo fumamos, y no nosotros. Es como si el alcohol decidiera cuándo lo bebemos, y no al contrario. Perdemos el control, y no podemos decidir por nosotros mismos cuando ver televisión, o usar la computadora, o jugar un videojuego, o incluso estar con una persona. El control de nosotros mismos nos libera de todos los vicios.


¿Cómo saber si tenemos un vicio? Fácil. Lo único que tenemos que hacer es demostrarnos a nosotros mismos que tenemos el control. Que nuestra fuerza de voluntad es suficiente para decidir. Si nosotros podemos decidir cuándo fumar, cuándo beber, cuándo encender y apagar la televisión, cuándo llamar a esa persona, cuándo jugar, cuándo "conectarnos", significa que no tenemos un vicio.


Yo comencé a fumar cuando tenía once o doce años. Lo hice por experimentar y lo hice a mi modo, sin que nadie me enseñara o me dijera qué hacer o no. Nunca se me volvió un vicio, y a la fecha prácticamente lo dejé. Así como podía fumar más de un cigarrillo al día (aunque creo que nunca llegué a fumar más de cuatro), también podía pasar hasta medio año sin fumar. Lo mismo me ha sucedido con la bebida, y me siento orgulloso de que así sea. Sé que no necesito de la televisión o la computadora. No necesito de las bebidas carbonatadas, el chocolate... nada. Yo decido cuándo, y a veces yo mismo me hago "pruebas". Háganlo, veamos si pueden: apaguen la televisión diez minutos antes de que termine un partido, decidan dejar de ver el último capítulo de la telenovela, los últimos quince minutos de la película. Dejen de fumar una semana, de beber un mes. Usen una computadora sin conectarse, decidan jugar sólo una hora y cúmplanlo. Demuestren que su fuerza de voluntad no necesita de nada, sino que puede elegir. Y no se lo tienen que demostrar a los demás, demuéstrenselo a sí mismos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo tengo el vicio de la libertad y por eso me amenazaron por correo electrónico. Te invito a mi blog para que leas lo que me mandaron.