El año 2,000 fue mi peor año en la Universidad. Tuve problemas personales y laborales y de estudios. Fue el año en que tomé la decisión de dejar la Universidad, tratar de aclarar mis sentimientos y quizá volver al siguiente año. Sí lo hice, pero las cosas fueron difíciles.
Las cosas no pintaban para mal, sin embargo, así fue. Ya me habían dicho que el tercer año era el más difícil, que las clases se cargaban más y además era el primer año en que se hacían prácticas supervisadas en un centro "formal", donde lo que se hacía tenía repercusiones reales. En tales centros teníamos las responsabilidades de un profesional graduado, a pesar de tener un supervisor. Increíblemente, y debido a mi ineptitud para realizar trámites, terminé asignado al centro de prácticas ubicado en el Instituto Nacional de Educación Básica (INEB) de la colonia Justo Rufino Barrios. En ese momento no lo sabía y ni siquiera lo imaginaba, lo satisfactorio que sería el trabajo ahí.
Sin embargo, para empezar estábamos asignados 20 estudiantes al centro de práctica, y el número ideal para este lugar era 18. El supervisor aceptó el número, pero a la hora de trabajar se comenzó a ver la dificultad de hacerlo así. Deben ser 18 estudiantes porque son 18 secciones de alumnos en el INEB, y así se asigna una persona por sección. Al haber más tuvimos que compartir unas secciones, y eso generó problema, sobre todo para mí, que era principiante y debía compartir una sección. Cometí algunos errores con los estudiantes, y eso fue parte de lo que me hizo renunciar. Fue bastante difícil porque yo quería seguir mis prácticas ahí, y no sabía si después de renunciar podría regresar al año siguiente. Sí me dieron la oportunidad, y fue excelente.
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