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29 de enero de 2010

De Noche Para Siempre (LXXXIV)

Como lo dije, realizar mis prácticas en el INEB (Instituto Nacional de Educación Básica) de la colonia Justo Rufino Barrios fue muy satisfactorio. El supervisor era bastante estricto pero al mismo tiempo totalmente colaborador y abierto a nuevas ideas. Los compañeros eran en su mayoría muy divertidos y solidarios. El ambiente era de aprendizaje.


El primer año que realicé mis prácticas en ese lugar, el año 2,000, cometí algunos errores. En el centro de prácticas habían 18 secciones de estudiantes, y lo ideal era que un practicante se encargara de cada sección. Sin embargo ese año éramos 20, y algunos debimos compartir un grupo de alumnos del INEB. Yo estaba en tercero, así que por la falta de experiencia me tocó compartir. Cometí el error de atender a alumnos que no me correspondían. Los seguimientos de los casos, la papelería correspondiente, todo fue demasiado para mí y lo hice muy mal. No realicé las respectivas evoluciones de los casos, no pude presentar debidamente uno de mis casos para discusión.


Al mismo tiempo también fallaba en mis clases teóricas. Me escapaba, llegaba tarde, me comportaba como si no importaran. Comencé a tener sesiones con un psicólogo, pues mi matrimonio comenzaba a tambalearse. Ya desde siempre no me tomaba lo académico muy en serio, pero en esa época realmente parecía querer huir de eso. Quizá quería huir de todo. Entonces me di cuenta de que había perdido el camino. Y decidí abandonar la Universidad y las prácticas. Las clases simplemente las dejaría, pero debía ir con mi supervisor y renunciar a las prácticas. No fue fácil, e incluso me ofreció aceptarme cuando decidiera regresar. No sabía si creerle, pero resultó ser cierto.


25 de enero de 2010

Los Treinta

Hoy cumplo mis primeros treinta años, y salen a relucir algunas reflexiones al respecto. Muchos lo saben ya, si siguen mi blog. Tengo esclerosis múltiple, estoy en silla de ruedas y mi enfermedad avanza, no retrocede. Eso me hace pensar por un momento, ¿serán mis únicos treinta años?


Si fueran los únicos que cumpliré, hasta ahora debo decir que se quedan muchos proyectos en el tintero, pero mi vida ha sido perseguir un proyecto tras otro, y quizá sea eso lo que me permite seguir viviendo. No me aburre mi vida todavía, a pesar de no poder trabajar ni hacer demasiadas cosas, siempre hay algo más que hacer...


Actualmente escribo en mis blogs... este en español y otro en inglés. Sigo aprendiendo origami para que mis hijas lo puedan aprovechar, sigo aprendiendo poco a poco japonés, y la animación japonesa siempre tiene algo nuevo e interesante para ver. El libro que estoy escribiendo va lento pero seguro y descargar programas y juegos que me llamen la atención es un trabajo que se renueva cada día.


Sean mis primeros o mis únicos treinta, debo decir que mi vida ha sido aprovechada de buena maneara, que mi cerebro sigue queriendo llenarse con más y más datos, que sigo leyendo buenos libros y los retos y problemas hacen que la vida y uno mismo sea mejor. Que los hijos también logran que uno sea mejor, y tenga de qué enorgullecerse. A mis treinta, estoy descubriendo que soy mejor padre, mejor persona, y que queda mucho por recorrer.


22 de enero de 2010

De Noche Para Siempre (LXXXIII)

El año 2,000 fue mi peor año en la Universidad. Tuve problemas personales y laborales y de estudios. Fue el año en que tomé la decisión de dejar la Universidad, tratar de aclarar mis sentimientos y quizá volver al siguiente año. Sí lo hice, pero las cosas fueron difíciles.


Las cosas no pintaban para mal, sin embargo, así fue. Ya me habían dicho que el tercer año era el más difícil, que las clases se cargaban más y además era el primer año en que se hacían prácticas supervisadas en un centro "formal", donde lo que se hacía tenía repercusiones reales. En tales centros teníamos las responsabilidades de un profesional graduado, a pesar de tener un supervisor. Increíblemente, y debido a mi ineptitud para realizar trámites, terminé asignado al centro de prácticas ubicado en el Instituto Nacional de Educación Básica (INEB) de la colonia Justo Rufino Barrios. En ese momento no lo sabía y ni siquiera lo imaginaba, lo satisfactorio que sería el trabajo ahí.


Sin embargo, para empezar estábamos asignados 20 estudiantes al centro de práctica, y el número ideal para este lugar era 18. El supervisor aceptó el número, pero a la hora de trabajar se comenzó a ver la dificultad de hacerlo así. Deben ser 18 estudiantes porque son 18 secciones de alumnos en el INEB, y así se asigna una persona por sección. Al haber más tuvimos que compartir unas secciones, y eso generó problema, sobre todo para mí, que era principiante y debía compartir una sección. Cometí algunos errores con los estudiantes, y eso fue parte de lo que me hizo renunciar. Fue bastante difícil porque yo quería seguir mis prácticas ahí, y no sabía si después de renunciar podría regresar al año siguiente. Sí me dieron la oportunidad, y fue excelente.


20 de enero de 2010

De Noche Para Siempre (LXXXII)

Mientras vivía mi primer escándalo de faldas colegial, en la Universidad pasaban otras cosas. Yo estaba en segundo año en 1,999 y descubría lo bueno que es tener un grupo de estudio adecuado y cooperativo, en el cual podía confiar.


En la clase de Práctica teníamos como proyecto, realizar un manual de actividades estimulantes del área cognitiva de niños de 5o y 6o grado de primaria. La primera parte del proyecto era la realización del manual, consiguiendo actividades que estimularan diferentes áreas de los alumnos, ya sea en papel, por medio de juegos u otras actividades, y plasmarlas todas en un manual escrito. Luego se conseguiría un grupo de alumnos de las edades correspondientes para aplicarles las actividades y evaluar los resultados.


El grupo que teníamos formado no era suficiente, así que tuvimos que aceptar a otras personas en nuestro grupo. Algunos faltaban con excusas tontas u obviamente falsas, o trabajaban mal, tenían opiniones demasiado encontradas con las nuestras... Al final, algunas de las otras compañeras salieron "sacrificadas", aunque dentro de nuestro grupo pensamos que lo hicimos con justicia. La experiencia me ayudó a apreciar más un buen grupo de trabajo, donde no es necesario obligar a nadie a trabajar ni a tomar responsabilidades, donde las ideas concuerdan casi siempre y los problemas se resuelven en paz.


Así también, ese año me encontré de nuevo con un curso ilegible para mí, pero me convencí de que sería mejor dejarlo y llevarlo de nuevo en vacaciones. Así lo hice y todo salió bien.


16 de enero de 2010

De Noche Para Siempre (LXXXI)

A pesar de que aprendí bastante en el colegio Amor y Sabiduría, el sueldo era insuficiente para mi vida de casado, y con dos hijas, así que tuve que buscar nuevas opciones. Buscándolas me topé con el Liceo Profesional de Informática, que fue una grata sorpresa en más de un sentido.


Fui a dejar mi currículo en busca de una oportunidad. Para mí no era más que otro colegio en el cual podría trabajar, nada especial. Sin embargo, cuando dejé mi papelería me pareció ver a Gaby, la prima de uno de mis mejores amigos. Poco después recibí una llamada para presentarme al colegio, y confirmé que a quien había visto era a Gaby, y me enteré de que el colegio pertenecía a uno de los primos de mi amigo Ángel y a su socio. Gaby trabajaba allí también, y curiosamente me encontré con una excompañera del colegio donde estudié mi bachillerato. No era compañera de carrera, pero estudió allí en la misma época que yo. Daba clases en el área de mercadotecnia.


Así que me encontré trabajando entre gente que ya conocía y me agradaba, sabiendo que incluso que tenía cierta preferencia (cosa que nunca utilicé), y donde también aprendí muchas cosas buenas como maestro, donde pude enriquecerme también como persona. Cosas importantes sucedieron en el LPI.


14 de enero de 2010

Caballeros del Zodiaco 2

Me gustan mucho los capítulos que hablan de la relación que existe entre los caballeros de hielo. Sobre todo Camus, el caballero de Acuario. No sólo porque me gusta el hielo, el frío y porque soy de signo Acuario, sino porque me fascina la relación que existe entre ellos. Yoga, el alumno más joven, mata a su maestro, Camus, y al maestro de su maestro. No lo hace por traición, sino porque en su momento son sus maestros los que están en contra de la lucha de él. Y al hacerlo, crece. Me gusta mucho la idea de que los maestros se sacrifiquen por el bienestar y el aprendizaje de su alumno. Es una relación más que paternal, que me conmueve.


Otro hecho muy importante es el amor del caballero del Fénix, que será su única debilidad. Él se sacrifica desde niño por su hermano menor, lo cual lo hace sufrir mucho y endurecerse física y emocionalmente. Después de estar entre los "malos", vuelve al otro bando y siempre protege sobre todo a su hermano menor. En una parte de la historia se enfrenta a un caballero que obtiene la imagen del ser más amado del oponente. Muchos caen, pero al enfrentarse al Fénix toma la imagen del hermano menor. Fénix no cae en la trampa, y al morir, el otro caballero comprende que la imagen que debió tomar era la del amor de su vida, a quien conoció de niño, en su entrenamiento. ¿Qué tan complicado es el corazón de un hombre que pone un amor romántico por encima del amor filial? Para muchos, un error. A mí me conmovió de nuevo que alguien pueda amar con tanta devoción a una mujer.


Finalmente, me parece que el poder más grande es el que no necesita demostrarse. Saber que se puede llegar más allá, y que eso cause tanto temor que no quieran enfrentarse a uno. Un par de ejemplos se dan en la historia. Un caballero llamado Mu, al que nadie quiere enfrentarse y que en la historia original no lucha, y sólo se puede imaginar el poder que tendrá. En otra serie, llamada Hellsing, el personaje de Alucard nunca demuestra su verdadero poder. Me gusta que el poder de un personaje pueda sólo imaginarse. Eso lo agranda exponencialmente, opino yo.


Para dar más ejemplos quizá debería contar toda la historia; sólo mencioné algunos que me llamaron más la atención. Toda la historia es sobre crecer y madurar y ser más fuerte y pelear por ideales, aún en contra de seres amados. Me conmovió tanto y cambió cosas en mí, valores que practico hasta hoy. Ahora veo series más superficiales y frívolas, pero los Caballeros del Zodíaco hicieron nacer el amor por la animación japonesa en mí. Y estoy muy agradecido.



12 de enero de 2010

Caballeros del Zodiaco 1

Mi amor por la animación japonesa nació en 1997, al ver los Caballeros del Zodiaco (Saint Seiya). Ya antes había visto otras series, como las proverbiales Sailor Moon y Dragon Ball. Sin embargo, carecían de las características que las hicieran inolvidables para mí. Opino que Sailor Moon es la historia de una niña tonta con mucha suerte y que vive la fantasía del príncipe azul, así que no tendría mucho con qué identificarme. Y Dragon Ball es para mí la historia del macho fuerte que se hace cada vez más fuerte, que es "muy hombre" y tiene a las mujeres sometidas a él, aunque tiene los valores de amistad y respeto por la vida "de los buenos". Tampoco me identifico con el papel de macho, a pesar de ser latino. No me gustan los estereotipos.


Sin embargo, los Caballeros de Zodiaco me enamoraron. Es cierto, también es la historia del hombre fuerte que se hace más fuerte y tiene a sus pies a su mujer, pero me parece que la historia tiene un fuerte componente de honor y verdaderos valores de hombría, no de machismo. Quizá esté equivocado, pero sea como sea fue así que me enamoré. De las historias donde los hombres se sacrifican por una causa, por otros hombres, por la mujer que aman. Hombres que luchan para ser mejores y hacen sacrificios por sus ideales. Maestros que mueren para que sus estudiantes aprendan lo que deben aprender. Ver grandes valores tanto en los "buenos" como en los "malos". Aprender que todos los puntos de vista pueden tener algo de razón.



Por eso pude sentir que crecía con los Caballeros del Zodiaco. Que los personajes crecían y maduraban, no solamente se hacían más fuertes. Que les dolía en el cuerpo y en el corazón las cosas que sucedían, y que los que morían lo hacían de verdad. Los buenos y los malos tenían motivos para serlo, y no lo eran gratuitamente. No eran malos "porque sí".



Me conmovió tanto el capítulo donde un caballero se sacrifica a sí mismo por la mujer que amaba, para que el hombre que ella amaba pudiera vivir. Me conmovió la clase de amor que verdaderamente está dispuesto a hacer el máximo sacrificio por la felicidad del ser amado. Así debe de ser.



10 de enero de 2010

De Noche Para Siempre (LXXX)

Durante 1,999 y 2,000 trabajé en el Colegio Amor y Sabiduría, en Villa Nueva. El colegio es propiedad de los padres de un amigo mío, Mario René. En aquella época nos frecuentábamos más y éramos más unidos. Hoy en día casi he perdido contacto con él. Durante el tiempo que laboré en ese lugar aprendí mucho. La mamá de mi amigo, la directora, me enseñó muchas cosas que no aprendí en el año anterior, cosas que me sirvieron durante todos los años subsiguientes en que trabajé como maestro.


El año anterior algunas alumnas habían mostrado cierto interés por mí. Varias de ellas no me interesaban. Y algunas de las que me interesaban no mostraron interés por mí. Como fuera no importaba, pues yo estaba muy enamorado de mi novia y no le sería infiel. Al año siguiente me casé, y las cosas de todos modos no pintaban como para serle infiel a mi esposa. Con el tiempo supuse que la falta de interés de mis alumnas sería por mi edad, que yo era mayor y por eso no mostraban el mismo interés. Después me di cuenta de que era mi estado civil el que las alejaba. Y tenían razón, el que estaría siempre equivocado era yo.


En 1,999 quien mostró interés por mí, un poco más de lo debido debo decir, fue una alumna llamada Cindy. Me lo dijo, pobre niña con problemas, en el colegio, sin indirectas ni recursos aniñados. Me dijo que yo le gustaba y que deseaba que fuera su novio. Obviamente yo le dije que no me interesaba, y pensé que ahí terminaría todo. No fue así, tiempo después me enteré de que ella decía por ahí que yo era su novio, que la quería y todo eso. Fue mi primer escándalo colegial, sin fundamentos y con toda mi inocencia por primera vez.


8 de enero de 2010

De Noche Para Siempre (LXXIX)

Yo siempre fui bastante detallista. Desde niño me gustó hacer cosas creativas con papel y colores. A mis amigos les hacía tarjetas para Navidad, completamente hechas por mí y con citas de libros o frases "profundas" que se me ocurrían. Cada año con un motivo distinto. Ya sea en los dibujos que hacía, los materiales que usaba, los colores, el tamaño... siempre algo distinto y común a todas las tarjetas que hacía.


Al hacerme novio de Sugey, pude darle más rienda suelta a mi creatividad y hacer cosas "lindas" o "tiernas" o "cursis" sin preocuparme por si mis amigos me verían raro. Y lo hice, usé mi creatividad y mis ganas de dar como no lo había hecho antes. Dibujos, tarjetas de diferentes estilos y con distintos materiales. Todo hecho con mucho amor, con frases de mi propia inspiración o tomadas de otros autores, con la debida referencia para no plagiar. Llegó el momento en que ella fue coleccionando en un cuaderno todo lo que yo hacía para ella. Orgullosamente puedo decir que después de casado seguí teniendo esos detalles con ella.


Sin embargo, el error más grande que cometí con ella es que le fui infiel. Varias veces. Y todo comenzó aún siendo novios. Por fin pude besar a Vicky, quien nunca estuvo interesada en mí, y de todos modos nunca lo estaría. Pero le confesé a mi novia que lo había hecho, y me perdonó. Supongo que eso fue lo que hizo que después le fuera infiel de nuevo y varias veces, porque ella me perdonaría. Sin embargo, las cosas se fueron deteriorando muchísimo. Recuerdo que una noche regresé a casa, ella había descubierto una de mis infidelidades y encontré el cuaderno en que coleccionaba mis cosas, roto y en la basura.


Fue tan doloroso que después se me hizo muy difícil tener un detalle con ella, e incluso con otras personas. Tanto, que después de tener cada vez menos, dejé de tenerlos. Me dolió a tal punto que quizá se rompió para siempre algo en mí. Mas, fue mi error, mi debilidad, mi culpa. Quizá algún día me nazca de nuevo tener esos detalles para alguien. Y volver a amar con tanta fuerza.


5 de enero de 2010

De Noche Para Siempre (LXXVIII)

Yo no tuve padre, y siempre creí que no sería uno bueno, sobre todo para un niño. Sin embargo, el nacimiento de Luisa Fernanda hizo que se afianzara más lo que comenzó con María de los Ángeles, el que yo poco a poco tratara de ser mejor para mis hijas, y que comprendiera que aunque fallara, siempre intentaría ser bueno, a "mi estilo", por decirlo de alguna manera.


Tengo muy bonitos recuerdos de cuando mi hija era bebé. Ahora está por cumplir 10 años en febrero y la veo alejarse de las muñecas para acercarse a la temible adolescencia. Así  es la vida de todos, no se puede detener el tiempo. Recuerdo que cambiaba sus pañales, le daba de comer. Tener un ser tan pequeño y tan tuyo en los brazos es algo indescriptible. Es realmente mágico ese cuerpo tan pequeño y tan bien hecho, tan perfecto y tan frágil. ¡Qué responsabilidad tan grande la de ser padre! Si tan sólo lo comprendiéramos desde el principio... Pero hay tantos seres humanos defectuosos como yo...


Lo que con más cariño recuerdo de esa primera infancia de mi hija es cuando tenía algunos meses de edad y le dí de comer gelatina. Ella ya intentaba masticar alguna comida, o quizá era sólo un reflejo. Fuera por lo que fuere, ella intentaba masticar la gelatina, y cada vez que lo hacía, la comida saltaba de su boca hacia afuera. Me divertí tanto ese día viéndola intentar masticar la gelatina... Sobre todo porque ella fue una bebé muy parecida a mí, con una cara seria que parecía de enojo, que intimidaba.


Uno de los mejores recuerdos de mi vida.


3 de enero de 2010

Tiempo Implacable

Tiempo implacable, no te detienes ante nadie, no importa quién te enfrente, siempre lo derrotas. Sólo los más grandes personajes de la Historia de la Humanidad han podido sobrevivir a tu lanza, y sin embargo sólo lo hacen en el recuerdo, nadie puede evitar las arrugas, el deterioro, la pérdida de protagonismo, que ya no lo tomen en serio. Siempre habrá alguien que releve, una nueva idea, alguien mejor que sabrá aprovechar las experiencias de sus antecesores. Alguien que envejecerá y verá cómo la siguiente generación lo releva.


Películas, libros, leyendas e historias de seres inmortales, la fantasía de muchos, el deseo de tantos, la realidad de nadie. ¿De nadie? Nos gusta pensar que en algún lugar del mundo quizá existan realmente esos seres eternos, que quizá realmente exista la posibilidad. El mundo sería un mundo más triste si no hubieran seres inmortales. Porque todos los días somos más viejos, nos enfrentamos a un espejo sincero y letal que nos recuerda que cada día que vivimos es uno más en la cuenta regresiva al cementerio.


Nadie puede, no existe cirugía o poción que nos deje tal y como estamos. Y sin embargo, existen personas que sólo envejecen por fuera. Y no hablo de lo positivo, de un corazón joven y soñador, sino de aquellos quienes quieren vivir siempre como niños, como adolescentes, haciendo lo que su cuerpo ya no puede, pensando las cosas que su edad les mandaría a no pensar. Todos debemos madurar, pero hay quienes a los que solamente les llega la edad, y no la madurez. Son los que más temen a le vejez y la muerte, como si nunca les diera tiempo para hacer lo que desean. Mas, es un engaño porque en realidad todo tiene su tiempo, y todo lo podremos hacer sin tratar de comernos al mundo.


Todo a su tiempo, incluso la muerte.