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27 de agosto de 2009

De Noche Para Siempre (XLI)

El baile me volvió un poco popular. Al menos esa impresión me da, puesto que un tiempo después del concurso en el que participé. también otras dos niñas de segundo básico se me acercaron. Recuerdo que una de las cosas que me preguntaron en las primeras conversaciones que tuvimos fue si era yo quien había participado en tal concurso de baile con tal niña de primero básico. Para mí no tenían la menor importancia, y en esa época no entendía el significado que tenían sus acercamientos. Tuve que cumplir 29 años para comprender que todo en el mundo significa algo, y que hay que aprender a leer los significados.

Hablaban conmigo de vez en cuando, me buscaban. A mí la que me interesaba era la hermana mayor de una de ella, que estudiaba en tercero básico. De hecho, una vez la invité a salir pero no funcionó. La otra niña, en retrospectiva me doy cuenta de que tenía interés en mí. Y debo aceptar que era agradable, agradable su conversación y que sí era bonita. Pero en aquella época yo estaba en Quinto Bachillerato, ya casi me graduaría y ella apenas era una niña de segundo básico. Así pensaba en aquella época. La vida es irónica y todos deberíamos nacer con el sentido común más desarrollado. O al menos los padres deberíamos estar entrenados para desarrollarlo mejor en nuestros hijos.

Muchos años más tarde, cuando yo tenía 25, me volví a encontrar con ella. Tardé un tiempo en reconocerla, pero por deficiencia de memoria, no porque haya cambiado mucho. Me di cuenta de que era hermosa, tenía unos 22 años, estaba en la universidad y provenía de una "buena familia", por así decirlo. Además, estaba estudiando alemnán igual que yo, por esa razón me la encontré. Caí en la cuenta de que pude haber sido pareja de ella, que a esas alturas de mi vida sería pareja de una excelente mujer, y que por no saber ver el futuro cuando tenía 17, me perdí de algo que me brindaría mucha felicidad. La vida es tajante en cuanto a consecuencias se trata. Pero los que erramos somos nosotros, aunque muchas veces querramos decir que "la vida nos traicionó".

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