Me voy a morir. Estoy consciente de mi mortalidad. Contrario a lo que muchos piensan, sé que me puedo morir a causa de una complicación de mi enfermedad, pero también a causa de un accidente de tránsito, un terremoto o al contagiarme de otra enfermedad. Simplemente sé que me voy a morir, todos lo haremos algún día. Dicen que lo único seguro en la vida es la muerte, y tienen razón.
Eso me hace pensar en el sentido de mi vida. De algo tiene que servir. El consuelo de la religión, que ofrece reencarnaciones y vida eterna para que no nos dé tanto miedo la muerte, no me sirve. Yo pienso en que ESTA vida tiene que servir de algo, tiene que haber tenido alguna importancia para que haya valido la pena mi existencia. Y lo que creo es que tenemos alguna especie de "responsabilidad antropológica". Es decir, que tenemos la responsabilidad de hacer que nuestra especie mejore. Me niego a vivir una vida hedonista y simple que no brinde avance alguno a la Humanidad. Una vida responsable de trabajo que no aporte ni mejoras ni retrocesos en ningún aspecto del ser humano. Lo cual es el vacío existencial del que tanto hablan. Saber que mi vida no vale nada, que quizá la disfruté y acaparé riqueza pero no significó nada para mis congéneres.
Entonces, pienso que todos nosotros tenemos la OBLIGACIÓN de contribuir en algo a que mejore la Humanidad. Así, por pequeño que sea, el avance será significativo. Y no se detendrá. No tiene que ser algo grande. Basta con educar a nuestros hijos con menos miedo, con un mejor contacto con sus sentimientos, con una mentalidad menos violenta, con menos vicios, con una mejor salud mental en general. Y, a fin de cuentas, todo eso se inculca en nuestros hijos con el ejemplo. Es decir, si queremos que nuestra vida signifique algo, debemos pasar toda nuestra existencia mejorándonos a nosotros mismos, haciendo mejor a la próxima generación. Hasta que la Humanidad alcance su verdadero potencial.
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