La última vez que vi a Lucky fue más o menos en febrero de 1,999. Casi parece una obsesión el que ella figure tanto en mi autobiografía, que sea tan importante una mujer con la que no tuve ninguna relación amorosa, que casi no conocí en realidad. Es ilógico pensar que perderla fue el error más grande de mi vida. Sin embargo, eso es lo que pienso y siento, pienso en ese asunto constantemente.
Ese día iba de salida de mis clases y mi novia Sugey me acompañaba. Caminábamos hacia la salida de la Universidad y la vi venir en sentido contrario. Me acerqué a ella con la misma sensación de siempre en el estómago y los mismos latidos acelerados de mi corazón. No pude evitarlo, y obviamente mi novia se dio cuenta. Sin embargo, también estaba enamorado de mi novia, así que le conté que planeaba casarme, tal y como Lucky me lo había contado el año anterior. Con lo que no contaba era con que me dijera que ya no se iba a casar.
Me dijo que tenía varias cosas qué contarme, que sus planes habían cambiado. Los míos también, pero hubiese estado dispuesto a retroceder en todo si ella lo hubiera pedido. Buscaba un edificio en la Universidad, el cual yo sabía dónde estaba. Le expliqué cómo encontrarlo, y estuve a punto de ofrecerme a llevarla. Iba con mi novia y no era lo más correcto. Si hubiese sido sólo una amiga, quizá, pero yo siempre tuve y tendré sentimientos fuertes por ella.
Así que no la acompañé, y fue la última vez que la vi. Lo confieso, un par de veces la busqué cerca del edificio que mencionó, pero no resultó nada de eso. Años más tarde sigo deseando saber algo de ella, y no haberme equivocado con ella. Estaré convencido siempre de lo feliz que pude haber sido.
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