No sé si ya lo había contado, quizá sí lo hice porque es importante para mí. He descubierto que en la vida no sólo las personas constantes te brindan las experiencias más importantes, sino que muchas veces puede ser alguien que viste sólo una vez. Alguien temporal que te dio un regalo que tendrá importancia para toda tu vida. Puedo decir que me ocurrió al menos dos veces.
Una de ellas fue una amiga que conocí hace unos siete años o más. Tuvimos algo de contacto y nos comunicamos bastante hace unos cinco años. Yo tenía una relación y ella también, ambos éramos amigos y la verdad es que funcionamos bastante bien. En una ocasión yo peleaba con mi novia y la llamé. Estaba molesto y frustrado, le dije que no quería hablar del asunto. Ella me dijo que no importaba y me dijo que "lo importante es que tú estés bien".
Fue magia para mí. Encontrar que una persona no estuviera realmente buscando partido, sino nada más mi bienestar, gratuito. Que no tuviera el morbo de saber qué pasó, cómo pasó, quién le dijo qué a quién, sino simplemente ayudar a que yo estuviera mejor. Se me derritió el corazón y ya no tuve más ganas de estar enojado. Supongo que esa es la base del verdadero amor. Ser incondicional y desinteresado. Que no te importen los líos, sino las soluciones. Que precisamente, lo más importante es que el otro esté bien.
Lástima, la amistad no perduró pero sé que me encantaría verla de nuevo y saber de ella. Saber que los problemas que tenía con su novio se solucionaron o que dejó de tener un novio que le hiciese tanto daño. Era triste, pero las personas de buen corazón comúnmente toman decisiones lamentables que les hacen mucho daño. Que estés bien, A.
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