Al finalizar cuarto bachillerato las autoridades decidieron que era buena idea que hiciéramos unas "pre-prácticas". Que nos quedáramos en el colegio e hiciéramos algunos trabajos que se hacían en la computadora, para que ayudáramos y nos contara como "experiencia". En realidad no tenían ningún valor para nadie más que para el colegio, pero reglas son reglas.
Eso no es lo importante, lo que importa es que, una alumna que ingresaría como nueva al año siguiente también estaba asistiendo esos días de vacaciones. Con mi amigo Keny (¿era con una o con dos n's?) recorríamos el colegio en esa hora de descanso, y la vimos frente al laboratorio de computación. Él era igual o más tímido que yo, así que en lo que dábamos la vuelta por el colegio hasta encontrarla otra vez, me retó a que le hablara. Él me daba risa en ocasiones, porque me gustaba hacer cosas que no creía que yo haría, sólo para ver su expresión. Así que decidí aceptar la apuesta, y a la siguiente vez que la vimos, de inmediato le hablé.
Su nombre era Ilma Lucrecia Pinto Berdúo, y resultó ser la Mujer de mis Sueños. Nunca tuve nada con ella, a pesar de que lo intenté, supongo que por eso es la de mis sueños, porque no dio tiempo de que se volviera real. De inmediato comenzamos a hablar como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo, nos hicimos amigos y me trató como ninguna mujer lo había hecho hasta ese momento. Era femenina, teníamos muchos gustos en común, se portaba muy cariñosa conmigo, nunca había conocido una situación tan hermosa. Definitivamente me enamoré.
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